miércoles, 21 de septiembre de 2011

El juego de las inteligencias


El juego de las inteligencias

“La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica” - Aristóteles

Vayamos a lo nuestro, una pelota de béisbol es aquella que tiene de circunferencia 9 pulgadas (22.5 centímetros) y no mayor a 9 1/4 pulgadas (24 centímetros), y 5 onzas (142 g) de peso. El núcleo de la pelota es de corcho, caucho o una mezcla de ambos, a su alrededor están enrollados hilos de varios materiales que incluyen hilo y cordel, ocasionalmente puede ser utilizada lana, finalmente posee una cubierta de piel, en dos piezas, que son cosidas juntas en 108 costuras de hilo rojo encerado de algodón. Pero lo más importante es que esa pelotita puesta en juego en un campo de beisbol, representa un número, una cifra, un porcentaje o hasta un triunfo.

No estoy a favor de dar a conocer muy puntualmente las cifras y porcentajes de los jugadores cuando se trata de categorías infantiles o menores, considero –en mi opinión- que un porcentaje mal interpretado o expresado con insidia, puede provocar que el jugador pierda el ánimo, sin suponer, desde luego, que pueda ser motivo de sorna o señalamientos por parte de los demás compañeros del equipo, situación que en un niño o en un joven, por su inmadurez, los puede llevar a algún tipo de depresión y/o a una agresividad mal sana para ellos o para su compañeros (en igual forma, puede pasar que el niño o joven se sienta superdotado y desatienda sus entrenamientos o las indicaciones de sus instructores).

Creo que se debe compartir con los pequeños y jóvenes, alguna información respecto a su desempeño y evolución, con el objeto de motivarlo para detonar en el plano deportivo su espíritu de competencia, sin embargo, conservándoles la dignidad y el respeto.

Ahora bien, los niños y jóvenes, a diferencia de los jugadores profesionales o los adultos amateur, están en un desarrollo deportivo ascendente, esto es, los nuevos peloteros incrementaran sus capacidades de bateo, fildeo, etc. en la medida en que se desarrollen física y mentalmente, combinado, por supuesto, con el entrenamiento y conocimiento íntegro del juego de pelota, por lo que, es casi seguro que un niño bien educado (deportivamente) y con un crecimiento sano, en pocos meses sus promedios y porcentajes se verán incrementados sustancialmente, luego entonces, las cifras de un jugador en un momento, servirán en el futuro únicamente como referencia para el cuerpo técnico, con el fin de comprobar el crecimiento deportivo y en su caso subsanar las deficiencias en el desempeño.

En ese tenor, es importante señalar, que en total durante el Torneo de la Hermandad en Puebla, hubo 10 jugadores de la Liga de Beisbol Alianza de Tranviarios, que jugaron 4 partidos, divididos en 2 días, que se jugaron con el corazón 20 entradas, Tranviarios produjo en forma total 73 carreras (como equipo), que equivale a 3.65 carreras por entrada y 18.25 carreras por partido. Pero debo decir que las Risas, Gritos, Porras, Aplausos, Abrazos, Besos, Chicles, Botes de Agua y Lágrimas, fueron exponencialmente superiores a los ponches, outs y errores.

El objetivo principal del line up era que todos tuvieran su turno al bat y, que en la medida de lo posible pudieran ser remolcados por el jugador que los siguiera en el turno, se escogió que los jugadores más novatos o más pequeños ocuparan el infield o los jardines acompañados con jugadores con más experiencia o más desarrollados físicamente, el objeto era que hubiera un cooperación rookie-senior que el primero aprendiera del segundo, mientras que al mayor se le avalaba con un sentido de responsabilidad; podemos decir que a la luz de los resultados, ambos objetivos se cumplieron. Por último les dejo una frase muy graciosa que decía Oscar “Rápido” Esquivel, “Si usted tiene un enemigo, no lo ahorque, no lo fusile, no lo queme, simplemente métalo de ampayer".

Así es el Beisbol

“El béisbol es como el juego de póker. Nadie quiere irse cuando está perdiendo, nadie quiere que te vayas cuando estas ganando.” - Jackie Robinson

El sábado 17 de septiembre, pintaba para ser un día sin muchos sobresaltos para los niños de la Liga Tranviarios, un día antes habían tenido dos triunfos, por la noche cenaron con sus padres y compañeros del equipo, se había recogido temprano a las habitaciones de sus hoteles, y por la mañana frescos, hidratados y desayunados se presentaron a sus dos compromisos, primero contra Tecamachalco y después contra los Phillies de Puebla.

Para esta ocasión, los Tranviarios serían los de casa, cortesía de nuestros anfitriones que nos dieron el honor; así las cosas, en el primer encuentro Tecamachalco abrió con fuerte batería que les produjo 6 carreras de Oswaldo, Hugo, Bryan, Alan, Carlos y Edwin, por su parte los transportistas se defendieron y esperaron para cerrar.

Con el fin de no crear confusión en los jugadores se estableció el mismo Line up que en los juegos anteriores, sin embargo, hubo un cambio de lanzador por parte de la pandilla capitalina que contrarió a los jugadores, produciendo solamente una carrera de Jezer Delgado, dejando el marcado al final de la primera entrada de 6 para Tecamachalco y 1 de Tranviarios.  

La segunda entrada, Tecamachalco la abrió de nueva cuenta con producción y en esta ocasión generó 3 carreras más a la cuenta, para un total de 9 carreras, la novena transportista estaba desencajada, pero sabía que estaban a un rally de alcanzarlos, el trabajo de Balbino, Alonso, Evan y Memo fue excelente para realizar 4 carreras y poner el marcador al final de la segunda entrada 9 para la visita y 5 para los locales.

Se veían posibilidades, pero la novena visitante siguió con la producción inmisericorde y abonó 5 carreras más a su saldo global, la diferencia ya era de 9 carreras a favor de Tecamachalco, aun así Tranviarios no se intimidó, aunque sólo pudo acumular dos carreras más de Balbino y José Alonso, dejando el cierre del tercer capítulo 14 para la visita y 7 para los transportistas.

El cuarto episodio animó a la novena transportista, toda vez que los de Tecamachalco únicamente produjeron 3 carreras de Oswaldo, Hugo y Alan; había espíritu, se sentía el coraje y la decisión y Tranviarios tomó los maderos para acortar la distancia, el orgullo estuvo presente y con carreras de Jezer, Pollo García, Héctor Aceves, Balbino, José Alonso y Memo Tejocote, pusieron la pizarra 17 para la tropa visitante y 13 para los transportistas.

Para la quinta y definitiva entrada, la tribuna rugía, sabía que no podía dejar pasar a la visita y debía cerrar con todo el corazón, un soplo de vida hubo cuando Tecamachalco dejó pasar oportunidades y se fue en blanco para poner en números finales 17 carreras, estaban a tiro de piedra, sólo cuatro carreras, reunión rápida con el equipo y a salir a poner el alma en cada abanicada del bat, sin embargo las plegarias no fueron escuchadas y Tranviarios, se fue en blanco, para dejar el marcado final 17 de los visitantes a 13 carreras de la pandilla capitalina.

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El espíritu competitivo no decayó, sabían que los Phillies eran un rival de mucho poder y con grandes habilidades, pero el regimiento metropolitano, tenía sus secretos; después de refrescarse, los Tranviarios saltaron al campo.

Durante el primer capítulo los Tranviarios no tuvieron producción, y al ritmo de “1, 2 y 3 que paso tan chévere” fueron despachados los primeros bats, mientras que los Phillies aprovecharon el desconcierto y afinaron la puntería para meter 5 carreras, las cosas no pintaban bien.

Para la segunda entrada los Chilanguitos, se pusieron las pilas y con Héctor, Balbino, Alonso, Sinuhé y Evan, se abrió la pizarra; Los de Puebla no se iban a dejar rebasar y anotaron 7 carreras dejando al cierre del segundo rollo 12 para Phillies y 5 para Tranviarios.

La primera parte de la entrada número tres fue un suplicio para la pandilla transportista al no haber puesto ningún carrera en la cuenta; mientras que los Poblanos desfilaron con dos carreras en abono, dejando el marcador parcial 14 a 5.

Los niños del Distrito Federal, acusaron cansancio y se vieron desmotivados el resto del partido, sin embargo recordamos otros tiempos también de derrotas lo que animo a la novena visitante para seguir en el combate, para la cuarta entrada producir solitaria carrera a cargo de Xiuhtzolli; mientras Phillies no se desgasto y guardó las armas, colgado un cero en el cierre de la cuarta entrada.

El marcador para el comienzo de la quinta y última entrada era de 6 carreras para Tranviarios 14 para Phillies de Puebla, todo parecía finiquitado, sin embargo una esperanza levantó los ánimos de los transportistas cuando Balbino y Alonso anotaron sendas carreras, aunque insuficientes para alcanzar a los Poblanos que ya habían destapado la champagne, dejando un marcador final 14 para Phillies 8 para Tranviarios.

“Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor” - Albert Einstein

“Campeones en ciernes”


“Campeones en ciernes”

De acuerdo con rol de juegos establecido para el Torneo de la Hermandad en la Ciudad de Puebla, el viernes 16 de septiembre, se llevarían a cabo dos juegos en contra de Tepeaca y Puebla (Phillies), respectivamente, el primero a las 10:00 A.M. y, el segundo, al terminar el primer juego, con un pequeño receso para los visitantes y para que los locales calentaran (los visitantes eran los Tranviarios), de inicio el compromiso no parecía tan pavoroso, sin embargo, el sol estaba en pleno apogeo por lo que el calor estaba presente, y al preguntar, todos llegaron el mismo día del juego desde la Ciudad de México, había pues un hándicap en contra.

Con eso en mente, se hicieron las presentaciones de rigor, se confirmaron las reglas del juego 7 lanzamientos por jugador, 4 strikes es un ponche, los fouls después de tercer strike se reponían y prácticamente sacamos el librito de reglas de la FEMEBE.

Como visitantes nos tocó abrir la primera entrada, el line up estuvo poderoso: Jezer Delgado, Arlett Paola Vázquez, Rubén “Pollo” García, Héctor Aceves, Balbino Martínez, José Alonso González, Sinuhe Álvarez, Xiuhtzolli Álvarez, Evan Ríos León  y Memo Tejocote.

Se abrió el turno con Jezer que paso sin suerte para el primer out K, tocó el turno a Paola que con enérgico rolin por la segunda tomó dos estaciones, Pollo con nervios acumuló el segundo out, mientras Héctor y el Poder de Balbino hicieron de las suyas y ambos propinaron sendos batazos de dos bases; por su parte Alonso y Sinuhe hicieron lo propio con hit remolcadores de una y dos bases, respectivamente, Xiuhtzolli no tuvo suerte y cayó el tercer out, contabilizando al cierre tres carreras para los de las vías; aun así el marcador no era lo suficientemente cómodo para dejar pasar el tempo.

Llegaron los locales, que al bat abrieron con hit de Jorge, para después Elik dar rola por la primera que Memo Tejocote capturó para el primer out, dos ponches de Eliel y Lik, respectivamente, no sin antes apuntarse tres carreras de Blanca, Adrián y del primer bat Jorge. Así el marcador al final de la primera entrada fue de 3 a 3 y se abría la segunda entrada con juego nuevo.

En la segunda entrada, ya con los niños asentados en su trabajo, se abrió el turno con Evan que tuvo una mala presentación y abono el primer out, siguió Memo que produjo hit, para tomar la primera almohadilla y esperar a Jezer y a Arlett Paola que hicieron lo propio, Pollo ejecutó hit por la primera para después salir por la vía 64 y dejar dos outs, siguió el trio de la destrucción Héctor, Balbino y Alonso, que hicieron sus travesuras en el campo propinando batazos de una y dos estaciones, para remolcar y producir, Sinuhe pasó a la palestra para posesionarse del primer cojín, después tocó el turno a Xiuhtzolli Álvarez que aventó rolin que puso en bola ocupada a su hermano y caer el tercer out, para esta parte los niños transportistas ya habían anotado 6 carreras y el marcador señalaba 9 en total para Tranviarios y 3 para Tepeaca, quienes ya venían con el tolete al hombro.

Tepeaca al cierre de la segunda, adicionó tres carreras más a su cuenta; por su parte los visitantes durante la tercera entrada dejaron pasar oportunidades y no produjeron, aun así sostuvieron la ventaja por 9 a 6, mientras que al cierre de la tercera entrada los locales se fueron también en blanco; durante el cuarto capítulo los de las vías anotaron tres carreras más de parte de Pollo, Héctor y el Poder de Balbino; Tepeaca no se quedó atrás y Blanca, Adrián, Emilio y Eliel produjeron 4 para su cuenta, para dejar 12 carreras para la visita y 10 para la casa.

Al abrir la quinta entrada los transportistas aseguraron la victoria con carreras de Jezer, Paola y Héctor, mientras que Tepeaca generó dos carreras más a cargo de Blanca y Adrián, aun así insuficientes para arrebatarle el triunfo a Tranviarios, por lo que el marcado final fue 15 a 12 a favor de los visitantes capitalinos, que se apuntaron su primera victoria fuera de casa en esta temporada.

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Después de un descanso y la hidratación suficiente, siguió el turno a los de casa Los Phillies de Puebla, pertenecientes a la Escuela de Beisbol Infantil Dr. Alberto Bustos Bertheau, equipo que ni de lejos asomaba debilidad, bien uniformados, disciplinados, muy bien equipados signo de sus capacidades deportivas.

Después de los tramites de rigor y estilo, los transportistas tomaron los maderos para pasar al plato, el orden de bateo siguió en las mismas condiciones, para la mitad de la primera entrada Tranviarios acumularon 6 carreras de Jezer Delgado, Héctor, Balbino, Alonso, Sinuhé y Xiuhtzolli Álvarez, sin embargo, los locales no se quedaron atrás e igualaron los cartones y proféticamente hubo juego nuevo.

Para la apertura de la segunda entrada, los visitantes produjeron 5 carreras para un total de 11, pero los Phillies de Puebla, aprovecharon los descuidos y pudieron capitalizar 7 carreras, cerrando la segunda entrada con un marcador de 13 para los locales y 11 para los transportistas.

La tercera entrada fue un suplicio para los fanáticos de los Tranviairios, toda vez que al cierre de la primera mitad únicamente se confeccionaron 4 carreras, por su parte los de Puebla doblaron la esquina y se retiraron con 8 carreras más para un total de 21 carreras a 15 de los visitantes.

El equipo de Tranviarios caminó a la cuarta entrada con sed de triunfo, no dejaron pasar ninguna oportunidad y Jezer, Pollo García, Héctor Aceves, Balbino, Alonso, Evan Ríos y Memo, se encargaron de registrar 7 carreras, poniéndose por encima de Phillies, ahora la encomienda era no dejar pasar ni una carrera, los dioses del Beisbol escucharon las plegarias de los pequeños peloteros y Puebla únicamente pudo colocar dos carreras, por lo que el marcado era 23 para los locales y 22 para la visita.

Para la quinta y última entrada los ánimos estaban encendidos, los Tranviarios querían todas las canicas y así como practica de bateo ingresaron 6 carreras para un total de 28 carreras; los Poblanos no querían dejar la ventaja pero el sol, el cansancio y tal vez la presión de las tribunas les impidió seguir, y únicamente Leonardo pudo correr las cuatro esquinas, dejando un marcador final de 28 para los Capitalinos y 24 para los Phillies de Puebla.

Los niños y los padres del equipo visitante saltaban de gusto, porque para eso habían venido, se llevaron dos al hilo, el sol, el calor, el cansancio, la desvelada, todo había valido la pena a la luz de los resultados obtenidos. Pero se asomaba en el futuro del equipo ganador la parte del aprendizaje, ni modo “Así es el Beisbol”.

lunes, 19 de septiembre de 2011

PREÁMBULO


PREÁMBULO



"El éxito de una empresa es simplemente el reflejo de la actitud, grado de motivación y compromiso de las personas que la forman"

Camilo Cruz

El día 15 de septiembre, es una fecha importante en el espíritu del mexicano, pero este pasado 15 en particular revistió algo más, ese día junto con los “Viva México!”, “Vivan los Héroes que nos dieron patria!!”, el pozole, el tequila y las canciones del mariachi, un grupo de pequeños peloteros de la Liga de Beisbol Tranviarios, soñaban con el triunfo y velaban sus armas en la víspera de sus encuentros en el marco del Torneo de la Hermandad, sensacionalmente organizado por la Escuela de Beisbol Infantil Dr. Alberto Bustos Bertheau en la hermana ciudad de Puebla de Zaragoza.

El 16 de septiembre, fecha que debería ser de descanso (porque así lo marca el calendario escolar), los niños se pusieron de pie más temprano que de costumbre, dispuestos a combatir por el triunfo en el campo de beisbol –díganme si eso no es afición y pasión por el beisbol-, y así todo listo, afición y jugadores tomaron la carretera y 2 casetas de cobro después llegamos a Puebla.

Hacer una crónica de 4 juegos es un trabajo que lleva tiempo y es necesario pensarle, digo, sino no es panbol, imagínense una crónica del América: “Otra vez Perdimos” o una del Cruz Azul “Nuevamente Segundo Lugar”; por lo que he decidió dividirla en cuatro capítulos el primero “El Preámbulo”, después “Campeones en ciernes”, luego “Así es el beisbol” y por último “El juego de las inteligencias”, la primera parte –espero y no te haya dado weba y sigas leyendo- la segunda y tercera parte hablaremos de las incidencias de cada uno de los juegos, cómo jugaron, cuántas carreras anotaron, quién bateo qué, etc.; la última será sobre el aprendizaje que nos dejaron los juegos y el viaje en su conjunto.

Es importante que tomes en consideración, que si omito algún detalle, jugada o persona es meramente involuntario, seguramente dentro de la emoción o del descuido no hice una puntual referencia de lo sucedido, que para ti era elemental, lo verdaderamente importante es que tú continúes apoyando a los jugadores y atesores en tu mente esos recuerdos.

Pues llegamos a Puebla, que nos recibió con el trafico somnoliento consecuencia de un día de asueto y de un festejo que seguramente se prolongó hasta entrada la madrugada, el Campo de Beisbol Atoyac en la Colonia Mayorazgo, se encuentra sobre la Prolongación 11 Sur, éste es el campo de beisbol no profesional más viejo de Puebla con 61 años de vida activa, sus gradas hechas de concreto, su estructura fuerte y un jardín central enorme que excede los 410 pies; ahí se acondicionó para que se disputaran los encuentros programados, dos el viernes y dos más el sábado, inmediatamente los peloteros se acomodaron y saltaron a reconocer la grama y las colindancias, nadie se intimido por la inmensidad del graderío o por los metros cuadros de terreno.

En lo particular debo confesar, que iba con muchos temores, primero que no concurrieran los suficientes jugadores para competir dignamente; que los lugares que les propuse para hospedarse en Puebla no fueran lo adecuadamente cómodos para los asistentes; y sobre todo, que durante la competencia, los equipos contrarios les propinaran una paliza a los niños de Tranviarios que desanimara a los padres y a los jugadores, pero sorpresa, llegaron suficientes jugadores, todos con ganas de partirse el alma en el campo; los hospedajes estuvieron razonables y hasta se metieron a la alberca; y ganaron dos juegos como los grandes; en las próximas entregas les platicare como nos fue en el juego 1 y 2, después los apuros de los juegos 3 y 4, y al final si me aguantan las incidencias y el chisme del viaje.